Aproximación a la realidad actual.
Si visualizamos nuestros entornos, aquellos en los cuales vivimos, nos movemos y existimos, experimentamos que esas realidades están afectadas por la ACCION del hombre – persona, no de aquella producto de una generalidad en la cual resulta diluída la responsabilidad individual, sino que es el resultado de la sumatoria de responsabilidades INDIVIDUALES Y PERSONALES.
Estas ACCIONES, cuando las circunscribimos en el ámbito de las ORGANIZACIONES, son orientadas hacia una PRODUCTIVIDAD, A LA GENERACIÓN DE VALOR y por consiguiente a la obtención de algún beneficio. Esta Capacidad de administrar y conducir este tipo de acciones la conocemos como GERENCIA.
La Gerencia, a mi modo de comprender, pareciera estar “determinada” por una suerte de DOGMAS, que han preceptuado - casí unívocamente- el qué, el cómo hacer, y la finalidad de las organizaciones, que no ha sido otra que la productividad dadora de riqueza, la que en definitiva determinará o no el éxito de la labor directiva del gerente.
El estado de nuestros entornos, de la realidad, del cosmos, denuncia a gritos que, esta forma de gerenciar, con premura por la riqueza y con una metodología de “productividad”, que pareciera corroborar el adagio de que “el fin justifica los medios”, pero que por otra parte demuestra un letargo y abulia por lo inmanente a la Persona Humana, Lejos de “beneficiar” al sujeto histórico, al hombre – persona, lo que ha hecho es minar las propias bases de su subsistencia biológica, psicológica, social y espiritual.
Pensemos, por ejemplo, en nuestras organizaciones, empresas o espacios laborales, sea cual fuere su misión y objetivos. ¿Cómo están definidas la Misión y la Visión? ¿Qué lugar ocupa la Persona Humana en ellas?, ¿Está incluída dentro de los Objetivos de la Organización, en la relación biunívoca, es decir en la relación uno a uno, de reciprocidad que debe existir entre esta y “cada uno” de sus miembros? ¿Proporciona espacios para la realización de los fines de la persona en consonancia y armonía con los de la organización al mismo tiempo? ¿Son las Organizaciones espacios para la humanización del Hombre-Todo , lo que incluye sus dimensiones humanas, económicas y ecológicas?
Estas y otras interrogantes debemos hacérnoslas para determinar el grado de compromiso que nuestras gerencias y organizaciones tienen con la Persona Humana.
Los Gerentes debemos persuadirnos inequívocamente que, “todo gira en torno al hombre”, sino hagamos un ejercicio y respondamos las siguientes cuestiones: ¿Para qué se produce? ¿Para quién se produce? ¿a quien se sirve? ¿Quién se beneficia de los servicios o bienes producidos? ¿Cuál es la finalidad del servicio prestado? Definitivamente, la labor gerencial tendrá sentido si la misma contribuye al mejoramiento de las condiciones de vida del cliente, usuario o beneficiario.
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